Inquietud
La inquietud del arzobispo de Santo Domingo en el sentido de que el país camina hacia una dictadura no es para ignorarse, sino para ponderarse. No tanto la concentración de los poderes como la imposición de la autoridad es lo que plantea ese temor que expresa monseñor Francisco Ozoria.
Las autoridades, con las actitudes que han observado en varios casos, se han ocupado de proyectar la percepción en torno a la cual advirtió el religioso.
Todos saben que aquí, sin que nadie quiera llamarse a engaño, no existe tal independencia de la Justicia ni del Congreso.
La embestida sobre los jueces del Tribunal Superior Electoral (TSE) que fallaron contra el PRD alimenta la afirmación de monseñor Ozoria en torno al rumbo político que dijo transita el país. Las autoridades tienen, pues, que sopesar sus acciones para evitar cambiar criterios como el de Ozoria.

