¿Qué más?
El Ministerio Público no ha tenido más que recurrir a un subterfugio al pedir la declinatoria al Distrito Nacional para encubrir la aparente complicidad o el temor de que a 14 meses de su detención al presunto narcotraficante Pascual Cabrera Ruiz (El Chino) no se le haya podido conocer medida de coerción en la Oficina de Atención Permanente de La Romana.
Se alega que los 15 aplazamientos desde que se inició el proceso han sido por supuestas tácticas dilatorias de los abogados de Cabrera Ruiz.
Pero en el proceso no son dos ni tres los magistrados que han optado por inhibirse entre muchos otros incidentes que han puesto en tela de juicio el sistema judicial de La Romana.
Siempre se solicitó una investigación para determinar las razones por las cuales en el Distrito Nacional no se avanzaba en el proceso. Pero la salida más cómoda ha sido la solicitud de declinatoria.

