Solitario
El vicepresidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Servio Tulio Castaños Guzmán, se ha quedado como la voz que clama en el desierto sobre la necesidad de que la Cámara de Diputados apruebe, sin distorsionar su esencia, el proyecto de ley de extinción de dominio.
Con la trascendencia que tiene para perseguir la corrupción desconsuela que sectores con audiencia mediática se hayan mostrado indiferentes frente a la sanción de la pieza.
Castaños Guzmán ha sido el que más se ha pronunciado incluso contra las pretensiones que han asomado en los predios legislativos de desvirtuar el proyecto.
Ha dejado bien claro que para que la pieza cumpla su rol cometido de atacar la acumulación de bienes ilícitos no se puede otorgar a la Procuraduría General de la República la facultad de iniciar los procesos ni se puede limitar la acción contra nadie.

