Deplorable
Si no representaban ningún peligro para la seguridad ciudadana ni atentaban contra el orden público no había la menor necesidad de impedir, y menos a macanazos y empujones, la marcha de los peregrinos desde el parque Enriquillo hasta el entorno del Palacio Nacional en apoyo a los agricultores de El Seibo que reclaman la distribución de 20 mil tareas en las comunidades de la provincia de San Francisco de Vicentillo y La Culebra.
El deplorable incidente aviva más un conflicto que después de entrar en una fase de negociación con la intervención del ministro administrativo de la Presidencia volvió a retroceder con el retiro de los labriegos de las conversaciones, en protesta con la solución planteada por una comisión técnica.
Si no se atenta contra ninguna ley el derecho a la protesta tiene que respetarse. No había necesidad de atropellos ni de impedir la marcha.

