Tutelaje
A la embajadora de Estados Unidos, Robin Bernstein, hay que recordarle que República Dominicana es una nación libre y soberana –por tanto dueña de sus actos- para que su país no se preocupe tanto por los efectos de las relaciones con China.
Estimula cada vez que Washington pondere a este país como un aliado estratégico, pero esa es una relación que en modo alguno puede reducirse al plano de la subordinación.
El Gobierno no incurre en ningún delito con el intercambio de información con China ni con las cámaras de vigilancia que la nación asiática ha patrocinado para que Estados Unidos se preocupe tanto por la decisión.
Al volver a señalar que a su país le preocupa el destino de la información estratégica que comparte con República Dominicana sobre narcotráfico, trata de personas y otros aspectos, Bernstein no tiene más que tomar sus propias precauciones.

