Violencia
El incidente por el que un sargento de la Policía ultimó a un empleado privado en la ciudad de La Romana dispara la alarma sobre la violencia en la población. Ante la ola de feminicidios y suicidios, además de la cadena de sucesos por estacionamientos, roces de vehículos y hasta rebases en carreteras la muerte de Omar Jiménez, de 45 años, no es un caso aislado.
Jiménez, empleado de la compañía Claro, fue baleado dentro de su vehículo por el agente y entrenador de lucha olímpica Robert Carrasco, quien lo interceptó en una calle después que supuestamente había rozado su vehículo y sin mediar palabras le hizo varios disparos.
Además de la violencia el penoso suceso plantea la necesidad de reflexionar sobre la realidad social de República Dominicana.
Es inconcebible que un incidente tan intrascendente culmine en una tragedia.

