Otra más
El caso de Juana Peña Cruz, de 33 años de edad, quien se convirtió en otra víctima de la epidemia de feminicidios que azota el país, tiene unos componentes que obligan a revisar la estrategia contra la violencia de género. Está claro que las autoridades no pueden fiarse a la hora de dar protección a una víctima.
Tras ser herida de un cartuchazo por su expareja con una escopeta casera, la mujer logró llegar hasta el destacamento de la Policía de Jarabacoa en procura de auxilio para ella y los hijos que estaban en la casa.
Conducida en una camioneta de la Policía hasta su residencia para rescatar a los hijos su expareja José Esteva Mármol volvió a dispararle cuando se percató que los agentes la habían dejado sola dentro del vehículo.
El de Peña Cruz fue el más dramático entre otras agresiones contra mujeres por sus parejas o exparejas registrados en estos días.
El Nacional
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