Feminicidio
La crisis sanitaria, que tantos estragos ha causado en el país, no es para que se ignore la epidemia de feminicidios, que no deja de cobrar víctimas. El confinamiento demanda una atención especial de las instituciones correspondientes a las condiciones de los hogares.
Casos como el de la estudiante de enfermería y madre de tres hijos, Suleika Martínez Zorrilla, de 32 años, evidencian la inseguridad en los hogares. Martínez Zorrilla fue muerta de un disparo hecho por su pareja, el sargento mayor de la Policía, Omar Suero, adscrito a la Dirección General de Tránsito Terrestre, en su su vivienda de La Zurza.
Los feminicidios son muy dolorosos, amén de los traumas que dejan en los hijos y la familia. Antes que apelar a las estadísticas para justificar medidas hay que emplearse más a fondo para reducir al mínimo una epidemia que siempre cobra víctimas.

