Las luchas que se libran en el Partido Revolucionario Moderno (PRM), es un mal presagio de lo que le pudiera acontecer en las elecciones del 2028 si no se toman inteligentes medidas.
La lapidaria frase que justo en medio de luchas internas proclamara el histórico líder doctor José Francisco Peña Gómez, en aquella ocasión de la antigua organización de los perremeístas: “Solo el PRD derrota al PRD”, es más que todo una sentencia de muerte si las cosas dentro de ese partido continúan tomando cuerpo.
En un artículo bajo el título «Gobierno y Percepción”, en donde y entre otras cosas hacíamos algunas puntualizaciones del camino que de acuerdo a nuestro criterio y en términos mediáticos deben implementar los oficialistas, claro está, sabíamos de antemano que estábamos ladrándole a la luna.
Algunos de los oficialistas con ciertos poderes mediáticos han concentrado sus energías en direccionar parte de sus estrategias contra Leonel Fernández, y no se centralizan en trabajar principios básicos para la búsqueda de estrategias de la escogencia de sus autoridades, que es un pleito que tendrán que superar, para luego unificar criterios en torno a la búsqueda de un real consenso que lleve a la persona idónea para la agria competencia que se aproxima.
Decía el periodista Ignacio Guerrero, que “cada ataque refleja un temor”, y estos no son momentos para que los oficialistas demuestren esta condición, más bien gallardía, apoyo a las ejecutorias gubernamentales, emular a funcionarios y dirigentes del calibre, por ejemplo, del doctor Franklin García Fermín, quien a través de su opúsculo recorre el país completo vendiendo las obras del gobierno, pero sobre todo, clamando por la necesaria unidad y así este partido pudiera retener el poder en el 28.