(V)
La cantidad de militares que se organizaron en el Movimiento Constitucionalista fundado y dirigido en su primer momento por Rafael Fernández Domínguez, entre los que hay que señalar al Mayor del Ejército Núñez Noguera, el Mayor Lora Fernández, y los que se fueron agregando además de Francisco A. Caamaño Deñó, el mayor de la policía Alejandro Deñó Suero alias, (Chivú), tío materno del Coronel Caamaño Deñó, el Capitán de Fragata Montes Arache, Jefe del cuerpo de ¨Hombres Ranas¨, primer teniente de ejército García Germán, y los entrenadores de los ¨Hombres Ranas¨ Illio Capozzi, italiano, y Andrés de la Riviere, francés, quienes junto a otros, se pueden escapar a la memoria del autor y que merecen ser recordados mientras exista la República Dominicana, Estado Soberano e Independiente, que es pueblo hispanoamericano, insuperable, eterno en la memoria de América.
El episodio que fue decisivo se desarrolló el martes 27 de abril, cuando el Coronel Francisco A. Caamaño Deñó, se puso al frente de otros militares quienes estaban a su alrededor y partió hacia el Puente Duarte a enfrentarse a las tropas del (CEFA), organizadas en la Cuarta brigada a donde habían retirado del centro de ese puente, un camión de la Azucarera Haina que había sido detenido y atravesado para impedir el avance de las tropas contrarias al Movimiento Constitucionalista.
La vanguardia de esas tropas enfrentó a las baterías de artillería que comandaba el Teniente Pedro Elías Bisonó, muerto en combate, que habían sido vencidas por las tropas y blindados. Al caer la noche las fuerzas adversarias al Movimiento Constitucionalista quedaron totalmente liquidadas y dispersas.
Fue determinante el apoyo que los militares recibieron de la población civil y surgió Francisco Alberto Caamaño como líder del Movimiento que imponía el retorno de Juan Bosch y la vigencia de la Constitución de 1963. En la batalla del puente derrotadas las tropas del (CEFA), la guerra civil había llegado a su fin.
A través de la emisora Wapa de Puerto Rico, trasmitiendo desde la casa de Juan Bosch en la vecina isla, anunció Caamaño Deñó el triunfo del Movimiento militar con emocionadas palabras. Eran las 10 de la noche y el Líder de la Insurrección Constitucionalista en la realidad de los hechos, liderato ganaba por méritos propios, invocaba al término de su intervención radiar pronunció las palabras ¨Dios, Patria y Libertad¨ agregando e ¨ Viva la República Dominicana¨.
Esta escena se desarrollaba en la parte trasera de la Panadería ¨Goyita¨, ubicada en la calle Arzobispo Nouel, asiento provisional de la Jefatura Militar Constitucionalista, ofrecidos con entusiasmo por Minoco Soto, esposo de la propietaria del negocio, en las últimas horas de la noche del día siguiente, miércoles 28 de abril, anunció el gobierno del Presidente Lyndon Johnson, la intervención militar de las Fuerzas Armadas de su país en la República Dominicana.
Esa intervención nefasta, abusiva, imperdonable porque fue realizada por fuerzas militares de la que era ese momento la nación más poderosa del mundo, e influyó de manera oportunista y cobarde que fuera legalizada por esa basura internacional que se llama Organización de Estados Americanos, (OEA), en la que el voto que completaba la mayoría depositada por un traidor dominicano que no representaba ningún gobierno, que se llamaba José Antonio Bonilla Atiles, personaje aborrecible que desgraciadamente había nacido en este país. Continuaremos…