En las difíciles condiciones económicas en que está el país las autoridades no pueden permitirse el lujo de malgastar o dilapidar un solo centavo.
Con la caída del turismo y de las actividades la verdad es que no se sabe cuál sería el monto ni el costo del endeudamiento público de no ser por el incremento de las remesas.
Esa realidad otorga una gran significación al ahorro de 8,283.9 millones de pesos de que ha dado cuenta el director de Presupuesto, José Rijo Presbot, en los primeros dos meses de este año.
El ahorro, según el funcionario, no ha sido a expensas de sacrificar proyectos de inversión, sino de la eficiencia y reorientación del gasto para mejorar la calidad de vida.
La afirmación de Rijo Presbot, quien goza de crédito, indica que el Gobierno, al menos en lo que respecta a la administración y distribución de los recursos, transita por buen camino.