Opinión Libre Pensar

Punto y coma en suicidio

Punto y coma en suicidio

Oscar López Reyes

(II)
El punto y coma se ha perfilado como el signo de puntuación más complicado, menos conocido, más subjetivo y más enigmático.

En tanto se advierte que podría desaparecer por su reducido uso por periodistas y por las nuevas tecnologías, se vuelve una tendencia universal en virtud de que ha sido asumido como símbolo/tatuaje para combatir la depresión, el suicidio, las adicciones y otros desarreglos de salud mental. Traducción: esas contrariedades no son el final, sino un nuevo comienzo hacia la victoria.
El punto y coma (;): Se trata de una pausa mayor que la coma y menor que el punto, que separa oraciones sintácticamente independientes, precedidas por comas. Después del punto y coma se escribe en minúscula.

Ilustración: Isabel Allende, “un hombre hace lo que puede, una mujer hace lo que el hombre no puede”; “sin sonrisa de mujer (José Martí) no hay gloria completa en el hombre”.

Este signo ortográfico, que está siendo levantado como bandera de esperanza en la prevención del suicidio -colocado en la muñeca, la nuca, detrás de la oreja y en otros lugares de la piel- cada día es sustituido, especialmente por periodistas y escritores, por el punto y seguido y por los dos puntos.
Los dos puntos (:): Están superpuestos, o sea, un punto encima de otro.

Luego de los dos puntos, se escribe en mayúscula en una cita entre comillas o palabras textuales y en los saludos en el encabezamiento de una carta, y en minúscula para anunciar una enumeración. Además, como un símbolo no lingüístico para señalar la división de una operación matemática.
Verbigracia: El periodismo se fragmenta en tres longitudes: soportes técnicos, contenidos y grados académicos.

Otros signos de puntuación son los paréntesis (), que se emplea para insertar en un discurso una información complementaria y aclaratoria; los corchetes ([ ]), que se utilizan similar a los paréntesis, que agrega un dato adicional o esclarecedor;la raya (—), que sirve para separar unidades lingüísticas secundarias del mensaje central; las comillas («» “”), que encierran la cita literal de palabras o frases de la autoría de otros; la interrogación (¿?): Consiste en la formulación de una oración no aseverativa, a través de una pregunta, en un contexto de dudas, sorpresas, controversias e ironías, en la escritura y en la oralidad; la exclamación (¡!), que son locuciones imperativas o exhortativas; los puntos suspensivos (…): Avalan la supresión voluntaria de un segmento del contenido, mediante tres puntos consecutivos o línea de puntos, para evitar citas completas de un texto extenso, palabras innecesarias, redundantes o muy conocidas. Los puntos suspensivos comienzan y terminan con un paréntesis o corchetes, y encuadrados en la morfología, la sintaxis y las reglas ortográficas.