El estudio y el trabajo constituyen dos columnas fundamentales para lograr el desarrollo de la República Dominicana. Los dos conceptos marchan siempre de manos cogidas en los cambios de la sociedad. Para el progreso todo tiene importancia.
De ahí que hay que mejorar la educación a todos los niveles, desde la básica hasta la universitaria, Sin una buena educación inicial surgirán lagunas que favorecerán el moldeamiento de malos profesionales, o a desertores del pupitre.
Sobre todo se dan lagunas en la educación pública. Esta a simple vista podría ser la de mejor cobertura por tener los maestros mejores salarios y contar con recursos inagotables. Pero hay inconvenientes que parten desde maestros con bajo nivel, la anarquía del proceso, hasta poca planificación en áreas de trabajo.
Hay que seguir fortaleciendo la educación pública, por ser el sector donde acude la mayoría de los estudiantes, en gran parte sin recursos económicos para ir a un colegio..
Se ha logrado mucho, a pesar de los sinsabores, pero persisten inconvenientes que tienen que ser enfrentados por las autoridades. Quizás uno de los principales retos es que en ocasiones no hay la fuerza suficiente para imponer los criterios.
Lo que necesita el recién iniciado año escolar es que siga la armonía entre los funcionarios y los profesores, que se apliquen los libros de texto que hagan falta, que se complete la entrega de uniformes y que siga la tanda extendida.
Siempre se debe orientar a los padres de familia, de que la entrega de desayuno y almuerzo no se debe inscribir como un hecho que ocurre fuera de la enseñanza. Siempre se dice que hay padres que no vacilan en llevar a los niños a las escuelas, porque allí tienen comida segura.
El trabajo es una punta de lanza del estudio. En el competitivo mundo de hoy solo los más capaces podrán entrar a los empleos de alta calidad. De ahí que debe haber la mayor cooperación entre el Estado y el sector empresarial, para dar paso a una verdadera educación integral.
Cuando hablamos de la delincuencia juvenil, y la violencia intrafamiliar, hay que ir al centro del problema y ver los cuadros de escolaridad, y educación hogareña, de los que son agentes de violencia en cualquiera de sus manifestaciones.
Para avanzar tenemos que tener una población mejor educada, y entonces pensar en los empleos o trabajos de alta calidad y remuneración. Ningún factor se puede ver de modo aislado. Trabajemos para beneficio de todos los dominicanos.
Por: Manuel Hernández Villeta