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¿Qué hacer con Haití?

¿Qué hacer con Haití?

Hugo Ysalguez

El conflicto con la inmigración haitiana es bastante complejo, toda vez que se han librado más 15 batallas, después de nuestra Independencia por los intentos de nuestros vecinos de apoderarse de franjas del territorio nacional, quienes han salido derrotados en cada enfrentamiento. Sin embargo, no cesan en su urdimbre de apoderarse del país a través del trasiego constante de ilegales por la frontera y por los vientres de sus mujeres.

Ninguna persona física o moral, puede negar que estamos invadidos por indocumentados haitianos, dado que el suelo dominicano está inundado de ilegales por los cuatro costados, y están presente en los campos, avenidas y calles del casco urbano de las provincias, mientras existe una palpable indiferencia, no sólo de estamentos del poder, sino de todos los sectores sociales.

Las parejas dominicanas que están unidas por el matrimonio o el concubinato, planifican el nacimiento de sus hijos, como los demuestran las estadísticas que registran 153 mil niños nacidos en el 2023, la cifra más baja desde el 2013, lo que evidencia una baja en la tasa de fecundidad, ubicándose en 2.2 hijos por mujer, mientras las haitianas paren seis muchachos cada una, aumentando la población de ilegales por los vientres de sus féminas.

El pasado año, las parturientas haitianas parieron 32,967, incurriendo en un gasto del dinero público ascendente a $1,068 millones, en detrimento del presupuesto destinado a los servicios de salud de los dominicanos, sin que no haya un asomo de solución a este problema de doble pespunte.

El presidente Luis Abinader, un abanderado de la defensa de la Patria, anunció que el gobierno elaborará un plan para cobrar a las embarazadas que alumbran en los hospitales públicos, aunque lo que procede es militarizar los centros de salud para impedir el ingreso de esas mujeres o el mejor de los casos, deportarlas con sus criaturas para detener el incremento de ilegales, quienes constituyen un peligro latente para la soberanía e Independencia nacional, lograda con la sangre generosa de muchos héroes y mártires, impidiendo que no perezca ese legado de los Padres de la Patria.

Ni la frontera está sellada ni existen restricciones para los partos de haitianas, generando que nos llenemos de ilegales, y que la República en un futuro, no muy lejano, caiga arrodillada frente a Haití que nos tiene invadido, sin luchar ni disparar un solo tiro, en tanto los haitianos roban y matan a productores agrícolas y a nacionales indefensos sin ningún régimen de consecuencias, porque huyen hacia su país y regresan nuevamente a repetir sus acciones criminales.