Contra poder político

Batalla de la Fe

Los evangélicos agregaron más combustible a la caldeada atmósfera con el detonante contra la corrupción y la impunidad durante su masiva concentración del domingo en el Estadio Olímpico Félix Sánchez.

Que ninguno de los poderes públicos saliera ileso de la filípica que representó el sermón del pastor Ezequiel Molina debe servir siquiera para reflexionar sobre la visión que se tiene del sistema institucional y la dimensión de los problemas sociales.

Las permanentes críticas contra la corrupción y la impunidad alcanzan cada vez un tono más elevado, sin que se perciban acciones concretas para enfrentar los costosos males.

Al señalar la falta de independencia de la Justicia, el reverendo puso el dedo en un problema sensible para el Estado de derecho y la seguridad jurídica. Si demoledores han sido los dardos contra la Justicia, cabe lo mismo de sus juicios sobre la corrupción política, que asoció con las reelecciones en los cargos electivos, desde el presidencial hasta los de los senadores, diputados y alcaldes.

Para las autoridades debe ser motivo de atención que en todos los escenarios sea predominante el tema de la corrupción y la impunidad, como acaba de ocurrir en la concentración “Batalla de la fe”.

Es sabido que la reiteración alimenta esa mala imagen que aparece del país en informes de organismos internacionales. Los señalamientos de Molina deben servir siquiera para meditar sobre la percepción social de los problemas.