Disgusto PRM
Papel líderes
La convención del Partido Revolucionario Moderno (PRM) podrá transitar sin altercados, pero no sin disgustos que pueden terminar en fisuras. La intervención de Hipólito Mejía y Luis Abinader en apoyo al senador José Ignacio Paliza y Carolina Mejía para la presidencia y la secretaría general de la organización no termina de aplacar el malestar que ha provocado la decisión.
Esa decisión, considerada inoportuna, no solo afectó el entusiasmo, sino que aumentó las interrogantes. Los actuales titulares de los cargos, Andrés Bautista y Jesús Vásquez, están entre los dirigentes que han criticado duramente la posición de Abinader y Mejía, de quienes dicen, como entienden otros sectores, que debieron marginarse del proceso.
Bautista y Vásquez tienen el gran mérito de conducir el PRM desde que se fundó, con más aciertos que desaciertos, pero en lugar de un reconocimiento lo que han recibido es una estocada trapera del liderazgo del PRM.
A pesar de sus molestias los dos han decidido competir por las posiciones que han desempeñado con la esperanza de contar con el apoyo de la militancia de la organización. Con la promoción de Paliza y Mejía los precandidatos presidenciales del PRM se exponen a que su liderazgo sea desconocido en la convención en caso de que los resultados sean adversos.
Y de ganar uno y perder el otro se interpretaría como una definición de las preferencias dentro del partido. Aunque no ocurran tormentas es obvio que la atmósfera está cargada en el PRM.

