This photo released by Venezuelan presidential press office is seen President Nicolas Maduro during a rally in Caracas on September 1, 2016. Venezuela's opposition and government head into a crucial test of strength Thursday with massive marches for and against a referendum to recall President Nicolas Maduro that have raised fears of a violent confrontation. / AFP / Marcelo_Garcia VENEZUELA-MARCH-PRO GOVERNMENT
En Venezuela, salto al vacío.-
Sin la participación de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que ya anunció que por faltas de garantías no concurrirá a las elecciones del 22 de abril convocadas de manera unilateral por el Gobierno, el proceso carecerá de legitimidad.
La prisa con que el certamen fue convocado ha sido un salto al vacío del presidente Nicolás Maduro, con lo que ha vuelto a quedar de manifiesto que la desesperación es mala consejera. El Gobierno no esperó siquiera que concluyera la última ronda del diálogo en República Dominicana para tomar una decisión con la que no ha conseguido el golpe de efecto que se proponía, sino una reacción adversa al propiciar la unidad de la oposición a través de la MUD.
Estimulada por factores internos y externos, la oposición se permitió subir el tono al retar a Maduro que reforme el Consejo Nacional Electoral, libere a los presos políticos, restituya las funciones del Parlamento, auditorías técnicas, la presencia de observadores internacionales y facilite la votación de todos los venezolanos residentes en el extranjero como demostración de que favorece unos comicios libres y justos.
La nominación de antemano de José Luis Rodríguez Zapatero al frente de la misión de observadores internacionales después que el exmandatario español censuró a la oposición por no aceptar el acuerdo propuesto por Maduro equivaldría a enviar la carne con el gato. Sin la presencia de la oposición más acreditada las elecciones se reducirán a una farsa.
