Cuestiona sistema
Presos sin juicios
Con el elevado número de presos preventivos se plantea un problema social. Pero las causas no son lo que viene al caso, sino lo que la problemática representa para el sistema carcelario. Que alrededor del 63,9% de la población carcelaria sea preventiva traduce, de entrada, deficiencias en el modelo penitenciario, toda vez que no se cuenta con instrumentos para depurar y agilizar los procesos judiciales. La propia Dirección General de Prisiones reconoce en un informe correspondiente al 19 de enero de este año que de 26,183 personas privadas de libertad, 17,176 están en calidad de preventivas.
El elevado porcentaje de reclusos preventivos fue lo que motivó que el Consejo del Poder Judicial instalara 12 furgones móviles en centros penitenciarios como parte de un proceso para descongestionar los recintos.
Pero es posible que entre los más de 17 mil reclusos preventivos haya un elevado porcentaje que debería estar en prisión, aparte de otros cuyos procesos se han demorado más de lo razonable por trámites burocráticos. La realidad es que la gran cantidad de presos preventivos invita a prestar atención tanto al panorama social como a la misma estructura del sistema penitenciario. Sin que se incurra en irritantes privilegios, pero las autoridades deben explorar algún mecanismo para acelerar los procesos de los preventivos por nimiedades.
Por más que se puedan ponderar algunas luces tantos presos en espera de juicio no habla bien de ningún sistema carcelario. Que nadie se llame a engaño.

