Deuda Trujillo

Verdad histórica

Entre los puntos luminosos que se atribuyen a la tiranía de Trujillo está el supuesto pago de la deuda externa. Desde el 21 de julio de 1947 cuando se liquidó la deuda del Estado con bonistas extranjeros la versión se ha repetido como si se tratara de un acontecimiento que responde a la verdad.

En torno al infundio, que Luis José Domínguez Trujillo, nieto del dictador, ha acuñado como una verdad de a puño, el historiador y economista Arturo Martínez Moya ha querido poner los puntos sobre las íes.

Trujillo, según Martínez Moya, lo que hizo fue que tomó un préstamo de 9.2 millones de dólares del Banco de Reservas para pagar los 9,271,855.55 que se debían a bonistas extranjeros.

Gracias a una campaña mediática se difundió y celebró que se había saldado la deuda, cuando en realidad lo que se hizo fue, de acuerdo con el historiador y economista, cambiar de acreedor. Para despojar de la aureola que se ha atribuido a Trujillo sobre el manejo de las finanzas, Martínez Moya señala que ha sido uno de los gobernantes que más rápido endeudaron el país. Y señala que si no superó al dictador Ulises Heureaux, que es mucho decir, fue por el tiranicidio del 30 de mayo de 1961.

En esa fecha las finanzas públicas estaban más endeudadas que en 1931, con un monto de 16 millones 292 mil dólares.

Pero como Trujillo contó con un poderoso aparato de propaganda la tesis que ha prevalecido en torno al pago de la deuda es la de Goebbels: una mentira repetida muchas veces se convierte en verdad.