Con Correa
¿Qué pasará?
La expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, fue defenestrada por manipular las estadísticas fiscales. El peruano Pedro Pablo Kuczynski prefirió renunciar antes que el Congreso lo destituyera en el marco del escándalo de corrupción que implica al consorcio Odebrecht.
Antes de encarcelar al expresidente brasileño Lula da Silva, quien había sido condenado a 12 años de prisión, por un apartamento que habría recibido de una compañía beneficiada durante su gestión con obras públicas, el vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, había sido destituido y sentenciado por recibir supuestos sobornos de la compañía brasileña.
En medio de ese cargado panorama, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa ha sido responsabilizado por la Contraloría de la contratación ilegal de deuda externa.
El examen indica que Correa utilizó una metodología para el cálculo de la relación deuda-producto interno no prevista en la ley, además de aplicar resoluciones secretas y reservadas.
El informe que compromete al exmandatario, quien como se sabe tiene una guerra declarada con su sucesor y ahijado Lenin Moreno, fue elaborado por veedores independientes y no por técnicos de la Contraloría.
Que Correa termine en la cárcel no debería sorprender. El exmandatario ha alegado en su defensa que la metodología que se usó para calcular el techo de la deuda, que en su país es un 40% del PIB, es la misma recomendada por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Aun así no parece que se saldrá ileso del nuevo problema.

