Saludable compromiso

El transporte

Los muchos intereses que giran en torno al transporte, combinados con la falta de voluntad de las autoridades, han constituido desde siempre uno de los principales obstáculos para ordenar el infernal sistema. Antes que enfrentar a empresarios que comenzaron en el negocio como sindicalistas se ha optado por dejarlos que hagan y deshagan para evitar protestas, además de proporcionarles múltiples facilidades.

De ahí que resulte tan alentador cuando un funcionario como el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, afirma que está decidido a luchar por la transformación radical y modernización de ese pandemonio.

Si no existen la voluntad y la determinación la población jamás disfrutará de un servicio seguro, confiable, asequible y ágil.

Pero el deterioro que caracteriza el sistema obliga a acelerar el proceso para acabar con el desorden que se sufre diariamente en las calles de Santo Domingo con los kilométricos entaponamientos y la circulación de una flotilla de chatarras que constituyen un atentado para la salud y el medio ambiente. Sin hablar de unas voladoras que transitan como alma que lleva el diablo.

Montalvo sabe que el transporte de pasajeros es un servicio básico para la población, que no puede estar en manos de comerciantes que como tales solo buscan beneficios.

El Estado tiene que asumir su responsabilidad y si él está decidido a jugarse el todo por el todo, como ha declarado, merece todo el respaldo de la ciudadanía. Porque cueste lo que cueste el servicio tiene que ordenarse.