Gobierno de Nicaragua

Contra CIDH

Antes que ceder, la tensión ha cobrado fuerza tras los incidentes que costaron la vida a 45 personas en las protestas en Nicaragua. Los manifestantes no han abandonado las calles en reclamo no solo de que se restaure la paz y la seguridad, sino de justicia sobre los caídos en las protestas, que tuvieron como detonante el rechazo a la reforma del sistema de seguridad social dispuesto por el Gobierno.

Mientras la gente desafía en la calle la represión y la violencia, el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, cerró las puertas a una misión de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) que había sido sugerida para investigar los acontecimientos.

Ortega ha convocado a un diálogo abierto a todos los sectores sociales, en tanto la Asamblea Nacional dispuso la creación de una Comisión de la Verdad, Justicia y Paz para evaluar la crisis. Sin embargo, los sectores que han liderado las protestas rechazan, por temor a manipulaciones, las iniciativas tomadas por el Gobierno para establecer responsabilidades sobre los sucesos y propiciar una salida al conflicto.

Tras el rechazo del Gobierno a una comisión para verificar la situación de los derechos humanos en Nicaragua, la CIDH no solo ha reiterado su solicitud sino que ha creado una sala de coordinación para evaluar las denuncias. Por lo visto, en Nicaragua la atmósfera no puede estar más cargada.