Mientras por aquí las imputaciones sobre los 92 millones de dólares pagados en sobornos por la compañía Odebrecht han desconcertado a importantes sectores, en Perú, donde el presidente de la República tuvo que renunciar por el escándalo y se ha acusado a exmandatarios, exfuncionarios, dirigentes políticos y empresarios, el proceso no ha concluido.

La Fiscalía, que obtuvo valiosas informaciones de los interrogatorios que practicó al presidente del consorcio, Marcelo Odebrecht, anunció que en julio próximo recibirá más datos de los sistemas de cómputos que la compañía operaba en Ginebra, Suiza.

Se anticipó que las informaciones comprometen a políticos y exfuncionarios en la trama corrupta. Odebrecht confesó que entre 2005 y 2014 erogó unos 29 millones de dólares para hacerse de obras de infraestructura y apoyar la campaña electoral de los entonces candidatos presidenciales.

A raíz del escándalo el presidente Pedro Pablo Kuczynski tuvo que renunciar para evitar su destitución por el Parlamento cuando se encontró que dos oficinas de las que era accionista habían sido beneficiadas por la constructora.

El expresidente Ollanta Humala y su esposa fueron encarcelados y contra el expresidente Alejandro Toledo se ha dictado orden internacional de captura.

Otro exmandatario, Alan García, está todavía bajo investigación. A pesar de los resultados, la Fiscalía de Perú no ha concluido la investigación para determinar si hay más implicados en el caso.