Odebrecht calienta

Poder Judicial

El caso Odebrecht vuelve a captar las expectativas con la confrontación que ha estallado entre la Suprema Corte de Justicia y la Procuraduría General de la República a propósito de la designación y ratificación del magistrado Francisco Ortega para ventilar la audiencia preliminar.

Tanto la advertencia de la directora de la Procuraduría de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), Laura Guerrero, como una carta de la magistrada Miriam Germán provocaron una airada reacción del presidente de la alta corte, Mariano Germán, quien las llamó atrevidas.

Guerrero, en una intervención que no podía cuestionar más la integridad de la Suprema, dijo que de no mantenerse al juez Ortega no habría garantías de que en el caso Odebrecht se hiciera justicia, además de crearse un caos y descalabro en el sistema.

Frente a lo que calificó como una falta de respeto y desconsideración de la directora de la Pepca al Poder Judicial, Germán Brito solicitó a Germán que se pronuncie a través de una carta que le dirigió con copias a otros jueces.

Pero Germán reaccionó en tono airado, llamando atrevidas tanto a Guerrero como a Germán Brito, e invocando su jerarquía para tomar decisiones.

Pero no pasó de señalar que el Ministerio Público no tiene que entrometerse en las decisiones del Poder Judicial ni ningún juez tiene que decirle cómo actuar al presidente de la Suprema Corte de Justicia.

El conflicto, sin embargo, es otro ingrediente que calienta más el espinoso caso Odebrecht.