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People walk past burning roadblocks set up by anti-government protesters during a general strike in Port-au-Prince, Haiti, Monday, July 9, 2018. A nationwide, general strike and protest was called to demand the resignation of Haiti's President Jovenel Moise after his government agreed to reduce subsidies for fuel as part of an IMF assistance package. The resulting fuel hike was suspended after widespread, violent protests broke out on Friday and over the weekend. (AP Photo/Dieu Nalio Chery)

Violencia En Haití

Otra tormenta

 

Las enardecidas protestas en Haití contra el alza de los carburantes, en las que murieron tres personas y varias resultaron heridas, constituyen un aviso sin sordina para la comunidad internacional sobre la realidad social de la nación.

El aumento de hasta más del 50% fue un golpe demoledor para la población que el presidente Jovenel Moïse no tuvo más alternativas que dejar sin efecto para evitar que la revuelta causara peores consecuencias.

Todavía así las protestas, que han puesto en jaque la gobernabilidad, no cesaron. Las secuelas son espantosas. Se han saqueado supermercados, atacado hoteles en sectores tan exclusivos como Petionville, en Puerto Príncipe, incendiado vehículos e interrumpido el tránsito.

Hasta las operaciones en el aeropuerto tuvieron que ser paralizadas por la magnitud de los disturbios que se propagaron por toda la geografía. Las alzas en los combustibles forman parte de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Al kerosene que utiliza una inmensa mayoría de los haitianos para alumbrarse en los hogares se le aumentó más de un 50%, mientras la gasolina registró un 49 y el gasoil un 40. Entre los muchos aspectos inquietantes la irrupción expone el espíritu levantisco que, por las razones que fueren, late en la población haitiana, donde la gobernabilidad está siempre puesta a prueba.

Por aquí se han anunciado las lógicas previsiones, pero la dimensión de los disturbios envían un mensaje contundente a la comunidad internacional sobre el drama haitiano.

El Nacional

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