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Mortalidad materna

Vergüenza

Solo un drama tan espantoso como la mortalidad materna justifica el encuentro del presidente Danilo Medina con los representantes del sector salud para pasar revista a los problemas sanitarios. Por más que se haya avanzado en la construcción y equipamiento de hospitales, los deplorables casos de las parturientas descritos por actores autorizados del sistema constituyen un soberano desafío.

Ante las escalofriantes estadísticas, según las cuales en los últimos seis años unas 1,575 mujeres han muerto durante el embarazo o proceso de parto, especialistas como Víctor Terrero definen la realidad como una vergüenza.

Tratándose de un funcionario, en su condición de director del programa antisida, el señalamiento no puede verse como una opinión interesada, sino como señal de alarma.

La Encuesta Demográfica y de Salud y el Fondo de Población de las Naciones Unidas consigna una tasa de mortalidad materna de 101.8 por cada 100.000 mil nacidos vivos. Alarma que no obstante los reiterados compromisos los estudios indiquen que la mortalidad materna no baja en el país.

Con el crecimiento que ha tenido la economía, las cuantiosas inversiones en la construcción y remodelación de hospitales, el Colectivo Mujer y Salud determinó que en cuanto a mortalidad materna el país solo es superado en la región por Bolivia, Haití y Saint Kitts y Navis.

Terrero cita entre las causas las precarias condiciones en que las mujeres se desenvuelven, el bajo nivel educativo y la violencia. Pero el caso es que se trata de un problema que las autoridades tienen que enfrentar.

El Nacional

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