Huelgas

Se propagan

San Francisco de Macorís, Salcedo, Navarrete, Higüey, Monte Adentro, en Santiago, y otras comunidades han paralizado estos días sus principales actividades con la realización de disturbios, en demanda de obras y servicios, y contra la impunidad.

Los movimientos no se han propagado como reguero de pólvora, pero no dejan de representar un toque de atención, no porque formen parte de alguna trama desestabilizadora, sino por el deterioro y las necesidades insatisfechas en muchas comunidades.

Por su proximidad con los principales complejos turísticos la demanda de los higüeyanos, que de seguro lo que menos quieren es atentar contra la industria que garantiza el mayor número de empleo de la provincia La Altagracia, merece atención.

Y antes que puedan ignorarse o minimizarse los demás movimientos huelguísticos lo aconsejable es evitar que se propaguen, sentándose con los promotores a discutir un plan de trabajo. Los pueblos tienen unas necesidades que no son siempre las que merecen la atención de las autoridades.

En Monte Adentro se incendiaron neumáticos y se lanzaron desperdicios a las calles en reclamo de estabilidad en el servicio eléctrico, suministro regular de agua potable y otras demandas que los residentes consideran prioritarias.

El descontento suele ser aprovechado por organizaciones para pescar en río revuelto con la convocatoria de paros innecesarios para resolver problemas a veces meramente burocráticos. La atmósfera que se ha estado formando con la huelgas se desmonta a través del diálogo y las soluciones.