La militarización de varios puntos de Santiago no evitó la concurrida protesta protagonizada por gremios de choferes contra el alza de los carburantes y otras reivindicaciones.
Durante la manifestación, que partió del Monumento a los Héroes de la Restauración, hubo sus momentos de tensión cuando los militares dispararon al aire para intimidar a los participantes.
Ante la sostenida alza de los precios del petróleo y sus derivados, la protesta coloca al Gobierno en difícil disyuntiva.
Por más sólido que sea el crecimiento de la economía no está en condiciones de absorber los aumentos generados por un petróleo cuya cotización ronda los 70 dólares el barril.
Los alrededor de 10 mil millones de pesos acumulados por el gravamen al galón de gasolina tampoco se pueden utilizar para subsidiar a los gremios choferiles.
El despliegue de militares y policías en Santiago y en algunos puntos de Santo Domingo refleja la preocupación del propio Gobierno frente al impacto en la población del incremento de los carburantes.
Además de las protestas, en respuesta los choferes de carros públicos han dispuesto y amenazado con alza en los pasajes.
Al incidir en todos los sectores del aumento de los combustibles derivan alzas en los alimentos y otros componentes de la vida. Si bien en Santiago no ocurrieron mayores incidentes la tensión colmó el ambiente. Para el Gobierno la protesta es una señal sobre los efectos de las alzas en los precios de los carburantes.

