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El código tributario dominicano establece que el contribuyente que declare renta debe pagar un anticipo del impuesto correspondiente al periodo siguiente al que se declara. Es decir, que en la declaración de 2017 se paga un anticipo para el impuesto de este año.

Aunque de manera informal este anticipo siempre ha existido en el país, la diferencia es que antes no afectaba a los pequeños negocios ni a las mipymes. La modalidad era que el presidente de turno instruía a los directores de Aduanas o Impuestos para que gestionaran ante los grandes empresarios y comerciantes adelantos con cargo a los impuestos que tendrían que pagar, además de otros “favores”.

El pago del anticipo está afectando el flujo de caja de los pequeños negocios y las mipymes, porque tienen que pagar por adelantado una cantidad de dinero de un producto o servicio que todavía no han vendido.

Esa situación ha llevado a la quiebra a cientos de estos negocios, que no han podido soportar esta carga. Sería conveniente, para la protección de estos sectores de la economía, que el Gobierno gestione cómo sustituir estos recursos para proceder a su eliminación, debido a que le daría un respiro y estas pequeñas empresas y negocios, de capitales limitados, podrían tener recursos para dinamizar sus operaciones. Lo mejor sería que el Gobierno impusiera a estos negocios un régimen especial, en el que pagaran sólo un impuesto único anual, similar al que existía como el pago de las patentes.