Las huelgas

Dejan pérdidas

La huelga realizada ayer en el Cibao, no acatada en su totalidad por todos los sectores, volvió a cuestionar el método para demandar reivindicaciones. Aunque por ahora se han reportado un muerto y heridos, la realidad es que los movimientos dejan siempre no solo grandes pérdidas materiales, sino humanas.

Que los paros sean un derecho no valida la intimidación ni la violencia de que se acompañan para forzar el respaldo de la población. En las 14 provincias del Cibao la huelga convocada por grupos populares el movimiento no tuvo la misma acogida.

Aunque de acuerdo con los reportes en casi todos el transporte fue prácticamente nulo. Sin embargo, la fragmentación o fracaso que pudo darse en algunas comunidades no es para que las autoridades canten victoria. Menos aún cuando sectores que no paralizaron sus labores dijeron identificarse con las demandas de rebajar el costo de los carburantes y de la canasta familiar.

Si los movimientos fueran pacíficos, sin la confrontación que dejó cinco heridos en Nagua, Bonao y San Francisco de Macorís, se tendría otro criterio sobre el respaldo de la población.

Como nota al margen, en modo alguno se puede subestimar la dimensión del paro regional, que por demás representa una de las protestas más estruendosas contra la gestión del presidente Danilo Medina. Sería un acto de egoísmo y ceguera que el Gobierno no viera tanto en la convocatoria como en el respaldo el descontento de amplios sectores con la realidad económica.