Larga espera

Cabral y Báez

Los médicos y enfermeras del hospital José María Cabral y Báez, de Santiago, han protagonizado múltiples protestas en demanda de la rehabilitación del centro. Por el deterioro de las instalaciones el espacio que servía para reuniones de los médicos ha tenido que utilizarse para medicina interna y consultas.

Sin hablar de otro gran drama como la falta de equipos adecuados para ofrecer un servicio más o menos aceptable. La Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe) había garantizado que este año terminaría el largo calvario con la remodelación del centro que se inició en 2013.

Pero los trabajos están atrasados que con suerte habrá que esperar hasta el año entrante para ver si cumple con la reparación y el equipamiento del hospital regional.

El centro había sido intervenido durante la gestión de Freddy Hidalgo como ministro de Salud Pública para una remodelación presupuestada en unos dos mil millones de pesos. Pero el tiempo ha pasado y el hospital no acaba de ser terminado, aunque promesas y justificaciones han abundado al por mayor y detalle.

Pacientes que han sido consultados por la prensa consideran el deterioro del hospital como expresión de indolencia frente a las necesidades de las personas de escasos recursos económicos. Si las autoridades van a terminar los trabajos deben hacerlo sin más garantías ni promesas, porque las garantías, que se sepa, la gente ya las interpreta como una burla.