Evaluación jueces Golpe bajo
Por supuesto que el procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, no esperaba la reacción de la juez Miriam Germán al recurrir a notas anónimas que daban cuenta de encuentros de la magistrada con Víctor Díaz Rúa, encartado en el caso Odebrecht, para sembrar dudas sobre su conducta.
Tras los señalamientos de Germán cuando era evaluada para repetir como juez de la Suprema Corte de Justicia, ahora Rodríguez quien debe explicarse o emplazarla para que aclare el lado oscuro de su vida que dejó entrever cuando afirmó “que si las cosas fueran de doble vía, en el escenario también hablaríamos de usted (del procurador)”.
Apartándose de la misión del Consejo Nacional de la Magistratura, de la cual es miembro, Rodríguez también leyó una comunicación de un juez que acusa a Germán de pedirle en retiradas ocasiones que se resolviera el caso del narcotraficante Winston Rizik.
El escenario no era el indicado para airear unos señalamientos personales que Rodríguez, en su condición de jefe del Ministerio Público, pudo ordenar que se investigaran si entendía que comportaban alguna falta ética o penal.
Germán no negó haberse reunido ni la relación de amistad con Díaz Rúa, así como tampoco con el abogado Conrado Pittaluga, otro de los encartados en el caso Odebrecht. Y de paso denunció que es espiada por supuestos servicios de inteligencia de los que no se sabía tenía la Procuraduría. El incidente plantea muchas incógnitas que deberían despejarse.

