Sobre arrastre
Fallo polémico
Por más bien fundamentado que pueda estar, el fallo de la Junta Central Electoral (JCE) no era lo que se esperaba. Se pensaba que podía aceptar o rechazar el polémico voto de arrastre, pero en modo alguno una decisión tan controversial.
Amparada en el artículo 92 de la Ley Electoral, el tribunal decidió eliminar el arrastre sobre la elección de senadores y diputados en 26 provincias.
La conservación del llamado arrastre en las provincias que se rigen bajo circunscripciones, que son el Distrito Nacional, Santo Domingo, Santiago, San Cristóbal, La Vega y Puerto Plata, ha sido rechazada por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), que elevó la instancia contra el sistema, y otros partidos de oposición.
La decisión, aprobada a unanimidad en un momento en que la JCE está en el centro de la atención pública, ha sido calificada como un bajadero para no perjudicar al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y sus aliados. Y la verdad es que resulta un tanto compleja la aplicación parcial de la ley por más que la JCE alegue que se apoye en su ley orgánica.
El recurso contra el arrastre se fundamentó en los cuatro niveles de elección que establece la legislación electoral.
La oposición, que ya dijo que recurrirá el fallo, cuestionó que antes de decidir la JCE solicitara las actas congresuales sobre la aprobación de la ley. La decisión no solo calentará más la pista, sino que, quiérase o no, genera suspicacias sobre la transparencia del proceso electoral.

