Salto del Limón

En emergencia

Salto del Limón, en Samaná, es más que un monumento natural y un atractivo turístico. Pero esa belleza ecológica, que atrae tantas personas a contemplarla como a disfrutar de un baño, necesita la intervención urgente de las autoridades. De acuerdo con el ambientalista Luis Carvajal, el salto, que lleva prácticamente ocho meses seco, requiere restauración y el ordenamiento de las cuencas que lo alimentan.

El problema, según Carvajal, comenzó hace unos ocho años cuando se comenzó a sustituir la vegetación natural de la zona por la agricultura, con el agravante de la sequía que ha castigado el territorio.

De cristalina que era el gua del salto se ha tornado verde por la arcilla y otras partículas que arrastra. Ese mismo problema, expuso el ambientalista, está supuesto a afectar las playas en las que desembocan los ríos, tornando arenosos y lodosos los lechos marinos. De tomarse las previsiones ambientales hoy se estuviera ante el desafío de recuperar un espacio de 45 kilómetros que según el ecologista y miembro de la Academia de Ciencias componen las montañas donde nacen varios ríos.

Como muestra de la gravedad que representa la degradación del salto, Carvajal recordó que se trata de un eje importante para la diversificación turística tanto de Samaná como de otros polos. Sobre las condiciones del monumento natural, que tanta significación tiene para la ecología y el turismo de la provincia, la clarinada ha sido dada. Las autoridades tienen ahora que desempeñar el papel que les corresponde.