ADP-Educación
Diálogo sincero
Antes que tensar más la cuerda con plazos y acusaciones, el Ministerio de Educación y la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) deben allanar el camino creando las condiciones para un diálogo sincero sobre la realidad del magisterio.
La demostración de fuerza que ofreció el gremio con la protesta del jueves de ninguna manera debe convertirse en ariete para colocar contra las cuerdas a Educación con el plazo de siete días que le otorgó para que se cumplan reales o supuestos acuerdos.
La respuesta del titular de la cartera, Antonio Peña Mirabal, en el sentido de que la ADP procuraba el nombramiento de 10 mil maestros a través de los cuestionados concursos es tan desatinada como el emplazamiento.
En un momento tan neurálgico lo prudente es bajar las tensiones pero en modo alguno echar más leña al fuego. La presidenta de la ADP, Xiomara Guante, no debe excederse con posiciones extremas en defensa del justo derecho de los profesores a mejorar sus condiciones de trabajo.
Pero las autoridades tampoco deben ceder a las confrontaciones y entender que, al margen del repudio que generan las protestas, sobre sus hombros recae la responsabilidad de garantizar el derecho a la enseñanza de los tres millones de estudiantes inscritos en las escuelas.
Los conflictos alejan la anhelada calidad de la enseñanza, que debería ser la causa de la discusión. Ambas partes deben reflexionar sobre respectivas posturas en aras de explorar una fórmula para discutir los problemas con sinceridad y de esa manera evitar que la docencia se perjudique.

