Secuela corrupción
Crisis Perú
Perú es, sin duda, la nación que puede exhibir los logros más tangibles en la lucha sobre el escándalo de los sobornos pagados por la constructora Odebrecht para adjudicarse contratos.
Resultado de la embestida es el suicidio del expresidente Alan García y la renuncia del cargo de Pedro Pablo Kuczynski. Otro está prófugo (Alejandro Toledo) y un cuarto está en libertad condicional después de guardar prisión. Además la principal líder opositora, Keiko Fujimori, está tras las rejas al determinarse que había recibido aportes ilegales de la constructora.
Con todo, la crisis generada por la corrupción de Odebrecht no acaba de bajar las tensiones ni poner fin a la confrontación entre las diferentes fuerzas políticas, como evidencia la disputa entre el presidente Martín Vizcarra y el Parlamento.
La crisis se tornó más perturbadora cuando la vicepresidenta Mercedes Aráoz se juramentó por una facción del Congreso, mayoritaria, para suceder al presidente Vizcarra. Aunque Aráoz revocó su decisión, el panorama político es todavía incierto.
El Parlamento, cuyos líderes buscan blindarse de las investigaciones sobre el caso Odebrecht, insiste en que es inconstitucional la disolución decidida por Vizcarra.
La crisis política comenzó a fraguarse desde que el Parlamento optó por llenar vacantes de magistrados en el Tribunal Constitucional y rechazar las recomendaciones del Ejecutivo, incluido un voto de confianza para el gabinete. Si bien el desenlace es una incógnita el detonante ha sido la corrupción de Odebrecht.

