Centros sin camas
Malos síntomas
La afirmación de que los hospitales públicos carecen de camas para internar a más pacientes es tan grave como las enfermedades que proliferan en el país. Un mal síntoma. En primer lugar se está ante una sociedad sin defensa, cuyos habitantes más vulnerables requieren ingresar a un hospital para ser atendidos hasta por los efectos de un cambio de clima. Y en segundo lugar la realidad denuncia la falta de prevención para evitar que la gente enferme con tan frecuencia.
Los casos que se han denunciado, que tan mal parada dejan a la nación en asuntos sanitarios, indican no solo que no se cumplen con los protocolos, sino las deficiencias nutricionales de la población y la contaminación que inunda amplias zonas.
De hecho, estos días se ha dado cuenta del elevado número de personas que copan las consultas afectadas de problemas respiratorios. Que no haya camas en los hospitales públicos plantea una crisis con muchas vertientes en el sector salud. Puede deducirse, como se ha denunciado, que los centros carecen del equipamiento necesario para brindar a los pacientes las atenciones más elementales.
Son muchas las huelgas y las protestas en los hospitales públicos en demanda precisamente de esas camas que hoy se dice no tienen para acoger a más enfermos. Las autoridades tienen en el caso tanto un cuestionamiento a su política de salud como un desafío para resolver cuanto antes la crisis de camas para ingresar a más pacientes por distintas enfermedades.

