La historia

Que no se repita

La Junta Central Electoral (JCE) enfrenta una prueba sobre su autoridad al recordar a los precandidatos de los partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y Revolucionario Moderno (PRM) que a más tardar el viernes 1 de noviembre tienen que presentar la declaración jurada de gastos en que incurrieron durante las primarias del 6 de octubre. Se trata de una prueba porque la procedencia e inversión de los recursos tienen que ser verificados por la JCE.

Sobre el proceso fue notoria la avalancha de recursos, incluso para la compra y venta de votos, como si se tratara de un mercado persa, en aparente violación de la Ley de Partidos, Movimientos y Agrupaciones Políticas. Esos recursos tienen que transparentarse por medio de una rendición de cuentas que se corresponda con la verdad.

El requisito no puede trillar el curso de las declaraciones juradas de bienes con las que los funcionarios no cumplen y la Cámara de Cuentas tampoco se molesta en investigar. Se han dado casos de connotadas figuras que se han saltado los plazos, en violación de la ley, sin que la entidad que preside Hugo Álvarez Pérez haya tomado ninguna decisión.

Si por alguna razón se tolerara que los precandidatos alteren la declaración sobre sus gastos en las primarias se estaría enviando un mensaje desalentador. La JCE, que ha dado buenas muestras de responsabilidad, no deja de enfrentarse a la autoridad que deriva de las leyes con la rendición de cuentas de los precandidatos durante el conflictivo proceso. La historia no debe repetirse como comedia ni tragedia.