Sobre Haití
Más inquietud
El exjefe de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), Edmond Mulet, no hace más que confirmar los temores que se tienen por estos predios de que la violencia en la vecina nación desate una avalancha de emigrantes hacia esta parte de la isla. Con el tranque entre el Gobierno y la oposición el panorama en la vecina República es cada vez más perturbador.
El presidente Jovenel Moïse insiste en el diálogo para superar la crisis de gobernabilidad que desde hace un tiempo se ha instalado en el territorio, pero opositores y grupos populares están negados a conversar y plantean que cualquier salida comienza por la renuncia del mandatario. La violencia que los haitianos suelen imprimir a sus protestas es un ingrediente que genera mucho pánico en todos los sectores, determinando casi siempre la emigración de un elevado número de familias.
República Dominicana, por razones geográficas, es el principal destino para esos emigrantes. Pero como reconoce el exjefe de la Minustah este país no está en capacidad de absorber a la gran masa de haitianos que huyen tanto de la violencia como de las precarias condiciones económicas y sociales de la República.
La comunidad internacional está compelida a explorar una fórmula que garantice la gobernabilidad en Haití y que proteja a esta parte de la isla de una emigración que ya ha tenido un alto costo en materia de servicios. La advertencia de Mulet en Listín Diario es una clarinada que debe aquilatarse.

