Con auditoría
¿Qué pasa?
La Junta Central Electoral (JCE) se torna objeto de sospecha con la evidente renuencia a que se auditen los equipos que se utilizarán en la transmisión de datos de las elecciones del próximo año. Sin el análisis del sistema que se utilizó en las primarias del 6 de octubre, a pesar de los insistentes reclamos del expresidente Leonel Fernández, la JCE, como si nada hubiera pasado, anuncia la implementación de una aplicación móvil para transmitir los resultados de las votaciones.
El presidente Julio César Castaños Guzmán y los demás miembros de la JCE trillan los senderos de la desconfianza, por más dispuestos que estén a organizar un proceso transparente, con la implementación de nuevos instrumentos tecnológicos sin la auditoría previa que reclaman los partidos de oposición.
En el encuentro celebrado el sábado para conocer el sistema propuesto por la JCE varios partidos insistieron, antes de marcharse en protesta, en que se invite a la International Foundation Electoral Systems para que realice una auditoría técnica que incluya un análisis integral a todo el sistema informático.
Y como observadores para certificar la evaluación pidieron que se invite a la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y Participación Ciudadana. No es una oposición caprichosa, sino que entienden que una aplicación de celular para el conteo de actas es muy vulnerable.
La JCE no debe cerrarse a banda, dejando la impresión de que oculta o tiene algún temor, sin importar que el sistema se utilizaría solo en 18 municipios.

