Diálogo Educación
Carta de ruta
Si es para unificar criterio con el propósito de abordar las condiciones de trabajo y evitar la interrupción de la docencia, entre otros aspectos, es más que saludable el diálogo entre el Ministerio de Educación y la Asociación Dominicana de Profesores (ADP).
Pero si entre los objetivos figura mejorar la calidad de la enseñanza es necesario entonces que en la conversación intervengan representantes de Acción Empresarial para la Educación (Educa) y de la sociedad civil. S
e trata de una problemática sobre la que se necesita una visión más amplia, similar al consenso a que se arribó para la suscripción del pacto educativo.
Con frecuencia se deja la impresión de que los males de la educación se limitan a los conflictos entre la cartera y el gremio, cuando en realidad se trata de un problema mucho más complejo, que trasciende las diferencias. Tras las malas calificaciones y las protestas generadas por las pruebas, en el diálogo se ha consensuado convocar a un concurso complementario para docentes.
Pero ese es un aspecto que tiene que ponderarse con mucha mesura, sobre todo después de los resultados de las pruebas Pisa. Hasta ahora el modelo de enseñanza ha descansado en el viejo modelo de enseñar a sumar, restar, leer y escribir que a pensar.
El ministro de Educación, Antonio Peña Mirabal, cuya apertura es más que encomiable, y la presidenta de la ADP, Xiomara Guante, deben utilizar el diálogo que han iniciado para abordar con la necesidad que demanda, sin sectarismo político, la mejoría del sistema educativo.

