Feminicidios
Epidemia letal
El auge alcanzado por los feminicidios no es cuestión de lamentos ni de insistencia en medidas preventivas que no han dado resultado. La actual ola que en los primeros días del año se ha cobrado la vida de cuatro mujeres es para que se entienda la necesidad de implementar acciones eficaces para frenar los crímenes.
Las líneas telefónicas de emergencia, las casas de acogida y otras decisiones adoptadas por las autoridades han quedado lejos de la respuesta para los conmovedores asesinatos. Por la naturaleza de los homicidios tal parece que cada mujer representa una potencial víctima de asesinato, no solo por su pareja o expareja, sino hasta por un pretendiente despechado. Al comenzar el año se reportó la muerte de tres mujeres en Río San Juan, Los Mameyes y San José de Ocoa.
Cuando todavía la población no se reponía del impacto causado por los crímenes se reporta el asesinato en Cotuí de Yeseli Cáceres, de 27 años y madre de dos hijos. Cáceres fue ultimada a balazos por su expareja Raúl Ureña Ortiz, de 59 años, cuando barría el establecimiento donde laboraba en una plaza de la sección Los Corozos.
El agresor se suicidó de un disparo. Las autoridades no pueden limitarse a versiones muchas veces sin fundamento, sino realizar una exhaustiva investigación para determinar las reales causas de la sangrienta ola de feminicidios, para de esa manera elaborar una política preventiva.
Está más que evidenciado lo expuestas que están las mujeres frente a la violencia machista que sacude a República Dominicana.

