Suspensión elecciones

Fiasco histórico

Al dar por un hecho la alteración del sistema del voto automatizado, la Junta Central Electoral (JCE) no tiene más alternativa para salvar en algo su credibilidad que la de realizar una exhaustiva investigación para establecer responsabilidades.

Las comprobadas irregularidades que por primera vez en la historia motivaron la suspensión de unas votaciones fueron tan graves como sospechosas.

En cientos de mesas electorales los únicos candidatos que no tenían problemas con el sistema eran los del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Los del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y de Fuerza del Pueblo aparecían indistintamente en el programa, lo que generó tempranas protestas de los delegados de las organizaciones y de los propios votantes.

El presidente de la JCE, Julio César Castaños Guzmán, había dado plenas garantías de que no habría inconvenientes con las votaciones por el control que se tenía tanto del modelo automatizado como del manual. Pero llegada la hora de la verdad los electores no pudieron ejercer el sufragio por las dificultades técnicas que el propio Castaños Guzmán prometió investigar.

Al respecto abundan las especulaciones, pero conforme al titular de la JCE parece que los equipos fueron penetrados para modificar la intención del voto.

Sacar a relucir la verdad y actuar en consecuencia es el gran reto de Castaños Guzmán y demás miembros de la JCE en beneficio tanto de su imagen como del país. Amén de que sobre el fiasco existían sus temores.