Solo la necesidad explica, pero de ninguna manera justifica, los atropellos a que tienen que exponerse ancianos y personas de diferentes lugares en la distribución por parte del Plan Social de la Presidencia de las cajas navideñas.
Los incidentes ocurridos en Dajabón, con adultos mayores rodando por el suelo en la rebatiña por alcanzar una canasta, son verdaderamente lastimosos. Y todo por falta de un riguroso orden, abusándose, obviamente que sin propónerselo, de las necesidades de la población.
Se intuye el valor que en muchos sectores se atribuye a los productos navideños, pero costaba pensar que podía haber tantas necesidades como para soportar caídas, empujones y otros atropellos. En Dajabón, la gente asaltó en tropel el recinto militar en que se distribuían las cajas.
Un anciano que resultó herido al ser pisoteado por la multitud lamentó que “esto (las cajas) lo da mi papá Danilo, y mira como estoy golpeado”.
Otro dijo que pese a recibir un ticket no pudo recibir la caja por el desorden que caracterizó la distribución. Y se quejó de que hasta perdió un zapato durante el forcejeo.
Algunos de los heridos durante los incidentes tuvieron que ser atendidos por miembros de la Cruz Roja. Si el Plan Social no toma medidas los incidentes, querellas y el caos pueden empañar todavía más la distribución de las cajas navideñas.

