La fundación Manos Arrugadas (Fundama) celebró anoche la gala “Cena para que otros cenen”, con el objetivo de recaudar fondos para hacer realidad la cena de Navidad de las personas longevas sin familias de la Zona Colonial.
Gianni Paulino, presidenta de la entidad, aseguró que “hombres y mujeres de buena voluntad se unieron alrededor de la mesa para cenar, compartir y disfrutar en una proyección de lo que queremos que suceda con los ancianos en esta Navidad, ya que las personas longevas requieren solidaridad y amor”.
En una noche caracterizada por el buen gusto, la exquisitez en los detalles y las buenas atenciones para los invitados, la presidenta de la institución, instó a los presentes a revalorizar el concepto de vejez, a asumir un cambio de paradigma, donde ser viejo o vieja, sea sinónimo de oportunidad, autonomía, nuevos saberes y vida en bienestar.
«Somos los viejos y viejas del futuro, nos toca modificar los modelos culturales que discriminan y desvalorizan a las personas que sobrepasan los 65 años de edad, crear una realidad diferente para tener un mundo más equilibrado y justo para todos», expresó la comunicadora.
La fundación comprometida con la reintegración social, productiva y de bienestar humano de los adultos mayores de la República Dominicana, desarrolla un programa holístico en la Residencia Manos Arrugadas, estancia de día, ubicada en la Zona Colonial.
La Navidad es la mejor época para hacer sentir protegidos, valorados y queridos a los familiares adultos mayores, tal como ellos hacían sentir a los más jóvenes.
Los asistentes a «Cena para que otros cenen» fueron recibidos con villancicos navideños interpretados por el Coro de la Universidad Iberoamericana Unibe, disfrutaron de las exquisiteces culinarias servidas en Casa de España, al tiempo que bailaron al ritmo de Héctor Acosta y su Orquesta, en un noche llena de risas y abrazos.