Durante más de 400 años, más de 15 millones de hombres, mujeres y niños fueron víctimas de la deplorable trata transatlántica de esclavos en el mundo. Uno de los capítulos más negros de la historia de la humanidad.
En interés de generar conciencia sobre los peligros del racismo, cada año, Naciones Unidas conmemora el 25 de marzo como Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos.
La herencia dejada por estos en la isla es significativa. Es muy difícil encontrar un dominicano que no mueva las caderas al escuchar el tambor, que no aprecie las caderas voluminosas o que no le guste el moro de gandules. De acuerdo con los estudios de ADN realizados en el país la mayoría de nuestros genes vienen de África; somos descendientes de esos hombres y mujeres que sufrieron y murieron a manos de un brutal sistema de esclavitud, y de lo cual no debemos avergonzarnos.
La trata negrera fue un vil negocio que convirtió en mercancía a los hombres y mujeres africanos para usarlos como mano obra en el “nuevo mundo”. Comercio humano transcontinental odioso e indigno que se inició en esta isla con la llegada en 1501 de los primeros 200 esclavos negros. Fueron estos mismos esclavos quienes construyeron los edificios emblemáticos que hoy tenemos en la zona colonial.
Tempranamente los negros iniciaron la resistencia. Sebastián Lemba fue el más aguerrido líder negro que luchó contra la esclavitud. Durante 15 años (1532-1548) combatió junto a Diego de Ocampo, Juan Vaquero, a las autoridades y encomenderos españoles. El 15 de septiembre del 1548 fue ahorcado y decapitado en San Juan de la Maguana, y su cabeza traída a Santo Domingo para ser colgada y exhibida en la Puerta de la Misericordia.
Fue en el año 1822 durante la ocupación haitiana cuando finalmente se abolió la esclavitud en toda la isla. Por su trascendencia histórica universal, las jóvenes generaciones de dominicanos deben conocer las causas de la esclavitud y las lecciones que podemos extraer de esta que fue una verdadera tragedia humana.