
Pololo se inició como locutor de radio a los 16 años y estudió arte dramático en Bellas Artes, donde recibió diploma que lo acreditaba como actor.
Julio César Matías (Pololo) nació en Jarabacoa el 19 de mayo de 1934, hijo de Rafael Matías y Arcalinda Ramírez. Luego de graduado bachiller cursó la carrera de agrimensor técnico que ejerció largos años.
El 24 de marzo de 1956 se casó con Ligelia Ruiz Guigni y, en un momento en que quedó desempleado, ya con su primer hijo, vio una comedia en la televisión y dijo: «Ah, pero eso lo hago yo».
Con el personaje «Felipito», un muchacho rural campesino ataviado con pantalones saltacharcos y un sombrerito de cana, que hablaba con la i cibaeño. «Ciriaca» era entonces su tormento.
Era el año 1958 y con esa actuación se inició la carrera con el arte de Julio César Matías (Pololo), quien no salió jamás de la radio y la televisión, encarnando personajes tan divertidos que hasta cuando representaba algún personaje en serio el público reía.
Lo probaron en la televisión y contrataron inmediatamente, cuenta su hija Aimeé. Ya se había iniciado como locutor de radio a los 16 años y había estudiado arte dramático en Bellas Artes, donde recibió diploma que lo acreditaba como «Actor clase A».
De su primer matrimonio son los hijos de Pololo: Julio César, Eddie, Kenia, Aimeé y Dante. Enviudó y contrajo matrimonio en 1981 con Damaris Polanco, madre de sus dos hijos más pequeños: Julissa Aimeé y César Augusto. La cantidad de nietos de los casados, es incontable.
En 1958, entró a trabajar en La Voz Dominicana, canal 4, en la época de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina, trabajando también como humorista en los programas «Cosas de mi tierra», «Cecilia y Solano», «El Calientísimo del 9», por Color Visión, «La familia Sinforosa», «El show del 4», en lo que fue creador de palabras y frases que adoptaron sus seguidores, como «Báciga», «Ah, no, yo no sé no»; «¿A quién?» «¿Y e fácil?», entre otras.
Julio César Matías (Pololo) laboró además, en la película «Caña Brava», con el desaparecido cantante mexicano Javier Solís y fue famoso en la radionovela «Kazán el cazador, Amo de la selva», del escritor de aventuras cubano, Armando Couto. Autor también de «Los tres Villalobos».
Asimismo, protagonizó «Mi loco», «Don Tavitín», «Sinforoso», «Manolito», «el coronel Talleyrand» (con Napoleón Bonaparte representado por Freddy Beras Goico) y muchos otros del pueblo para «La esquina imaginaria de El Show del Mediodía».
Damaris, su esposa, confiesa que «Pololo» dejó a su descendencia el ejemplo de su honestidad, lo recuerda amoroso y tierno.
Así se muestra en fotos familiares que ella conserva en el hogar. Era excelente padre que se empeñó en mantener juntos a todos sus hijos.
Vivió para su familia. «Mi padre era muy tímido y muy estricto al mismo tiempo. Era el más dulce y amoroso que alguien pueda tener; un ser humano maravilloso. Nos dejó el camino marcado para continuar en la vida. Dios nos premió y no nos queda más que quedar eternamente agradecidos», declaró su hija Aimée Matías Ruiz de Burgos.
El gozo reverberó en la cara del humorista Julio César Matías (Pololo), hasta cuando en medio de una declamación personificando el personaje «el poeta» en el programa «De Noche», producido por Freddy Beras Goico, en Color Visión canal 9, sintió dolor, que le presagió la muerte al siguiente día.
Pololo falleció de un Accidente Cerebro-Vascular (ACV), el 30 de diciembre de 1986.
En la fecha de su partida fue interrumpido Anthony Ríos, mientras interpretaba una balada para el «Show del Mediodía», para anunciar el triste deceso que invadió de tristeza a los televidentes.
El 13 de agosto de 2002 el regidor Gregory Caimares solicitó que una calle de Santo Domingo llevara el nombre del popular comediante.
El Ayuntamiento ordenó dar cumplimiento a la petición pero la resolución no específica la calle a seleccionar.
Julio César Matías (Pololo), el genial actor humorístico es recordado por tres vías capitalinas en su memoria.
Las calles con su nombre están en los barrios Francisco del Rosario Sánchez, Villa Carmen y Los Frailes.
El autor es periodista.
Por: Virgilio lora Gómez
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