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Recuerdo del ciclón

Recuerdo del ciclón

Ernesto Guerrero

Septiembre, mes de amores, desamores y ciclones… porque aquí, en dominicana, septiembre trae más suspenso que una novela turca. Este año, por suerte, la temporada ciclónica se ha portado como suegra recién llegada: tranquila, sonriente… pero uno nunca sabe cuándo se quita la careta.

De los recuerdos, el huracán Georges en el 98 fue de película. Azotaba la capital y yo, como si nada, salí a comprar dos cosas imprescindibles: medicina para mi hijo George que estaba con fiebre y las últimas frías para el sobrevivir de las dos semanas siguientes. Porque, claro, ¿qué es un ciclón sin un par de cervecitas calientes después?.

Mientras tanto, la Defensa Civil estaba en otra: su director, Elpidio Báez, juraba que el ciclón iba a coger por San Cristóbal y no llamó a la población a acudir a los refugios y nosotros que estábamos tan seguros por lo que nos contaban desde Higüey y la Romana. ¿El resultado? La capital bajo agua más de 1,500 muertes y miles sin hogar. Todo esto mientras en la televisión… ¡un documental de piñas en Taiwán! Ni Netflix hoy se atreve a tanto.

El huracán David en el 79 fue el peor: más de 2,000 muertos, y con Hipólito como ministro de Agricultura los sobrevivientes aprendimos a cocinar guineos verdes de tantas maneras que parecía Master Chef versión ciclónica. De ahí salió la receta nacional: “Pollo con guineítos, guineo sancochado, guineo en puré, guineo con mantequilla”.

Y si hablamos de San Zenón en 1930, esa fue la madre de todos los ciclones. Lo curioso fue que los primeros en venir al rescate fueron los haitianos, y hasta Trujillo tuvo que decir “gracias”. La música también ha sido testigo de estas tragedias, como la canción del Trío Matamoros que reza: «Cada vez que me acuerdo del ciclón, se me pega el corazón», encapsulando la mezcla de miedo y resiliencia que sentimos ante estos fenómenos

No puedo dejar de mencionar otra tormenta inolvidable: Mayra, el Ciclón del Caribe, vedette de los 70 y 80. Ese sí que fue un fenómeno atmosférico, pero de los que alegraban la vida en vez de destruirla.

Lamentablemente los ciclones no nos dan tregua. El clima está suave, pero ojo, que el COE y el General Méndez García no duermen por lo que este septiembre, mientras el clima se mantiene sereno, aprovechemos para reflexionar sobre nuestra preparación, y nada de inventar con sancocho.