Recuperar la esperanza

Debido a la situación por la que estamos pasando a nivel mundial a causa del coronavirus, no es para perder la esperanza en creer que todo va a estar bien, es decisión de cada uno de nosotros pensar en que vamos a volver a la normalidad y de una mejor manera, ya que sin lugar a dudas con estas experiencias nos convertiremos en mejores personas, más humana, solidaria y con más amor por los demás; todo esto nos ayudará a ver la vida de manera diferente. Es necesario que recuperemos la esperanza en Dios y en todo lo positivo que la vida nos va a seguir proporcionando, no permitamos jamás perder la esperanza en una nueva vida, mantengámonos activos y con buena energía en donde cada persona tenga la oportunidad de perdonar obteniendo así una trasformación de mente y espíritu; si confiamos en lugar de desesperarnos sin lugar a dudas seremos personas distintas, en cada uno de nosotros está la decisión de crecer espiritualmente a través de la confianza; es de personas sabias recuperar la esperanza en querer ser seres transformados donde reine el amor por los demás. Recuperar la confianza en que todo será diferente nos va a aportar grandes beneficios ya que podremos fortalecer nuestra mente y corazón, si analizamos los aportes que tiene para cada persona confiar en que todo va a estar bien vamos a tener sin lugar a dudas una mejor salud mental y espiritual. Sabemos que no es nada fácil recuperar la esperanza perdida pero si confiamos en Dios para hacerlo todo va a fluir de manera positiva y diferente. Cuando lleguemos a sentir que perdimos la esperanza por todo lo que estamos viviendo miremos un poco atrás y analicemos que nuestra fuerza de voluntad es más fuerte que los pensamientos negativos que tengamos, nos conviene mantener viva la esperanza de que tendremos un mundo mejor, con personas buenas, solidarias y donde reine el compañerismo y la solidaridad entre todos, eso sería claramente recuperar la esperanza que Dios quiere para cada uno de sus hijos, el momento es ahora comencemos y nos daremos cuenta que nos conviene más confiar y recuperar la esperanza perdida, que darnos por vencidos y dejar que la negatividad se haga dueña de nuestras vidas como única responsable de todas nuestras destrucciones emocionales, físicas y mentales, debemos querer siempre lo mejor para todos, haciendo lo correcto sin perjudicar a otros. Atentamente,
Iris De La Cruz Paula.