
En primer plano tres pequeños “policías acostados” pintados de amarillo, y luego el paso peatonal tipo cebra mientras un señor cruza con seguridad./Foto Jorge González
La reciente instalación de reductores de velocidad (tipos policías acostados) en la carretera Mella con avenida San Vicente de Paúl ha generado una controversia entre peatones y choferes de la zona, ya que mientras algunos celebran la medida como una solución para prevenir accidentes, otros la critican por generar congestión y retrasos a los conductores.
Muchos ciudadanos defienden los reductores de velocidad argumentando que la medida es necesaria para proteger a peatones y conductores, especialmente en una vía donde los accidentes han sido frecuentes, ya que cuando los semáforos cambian a verde estampidas de motores, carros públicos y guaguas cruzan sin tener miramientos a los peatones que intentan pasar a la otra acera.

Todo el bienestar para algunos y malestar para otros, inicio luego que, obreros de la Alcaldía de Santo Domingo Este colocaron los policías acostados para mejorar la seguridad en esa importante vía y reducir los accidentes de tránsito muy frecuente en la zona.
«La seguridad es lo primero, eso es una buena idea para que la gente pueda cruzar ya que aquí no se piensa en el peatón. Aquí deberían hacer eso en todo el país. Donde quiera que hay paso de peatones hay que poner reductores y rayas», expresó Rafael Romero, residente del área.
Descripción de los reductores de velocidad
En el carril en dirección este-oeste en la carretera Mella después de la avenida San Vicente de Paúl fueron colocados tres reductores de velocidad (pintados de amarillo) que protegen los pasos peatonales tipo cebra que usan las personas para cruzar de un lado a otro.
Te recomendamos leer: Transforman Faro a Colón en área de pícnic familiar y diversión infantil

En dirección oeste-este en la misma carretera se colocaron igual número de “policías acostados” antes de llegar a la avenida San Vicente de Paúl. Es bueno saber que todo este entorno mueve una gran cantidad de personas y vehículos, guaguas y motocicletas ya que aquí se encuentra Mega Centro y la Estación del Metro Concepción Bona y donde operan más de 20 rutas de guaguas y carros.
«Antes, los carros pasaban a toda velocidad, poniendo en riesgo hombres, mujeres y niños, y hasta ancianos que pasan mucho por aquí ya que ahí está Megacentro donde aparte de tiendas y supermercados, están muchas instituciones públicas y de servicios. Ahora, podemos cruzar la calle con más tranquilidad», dijo Juan Antonio Contreras, mercadólogo.
Congestión, retrasos
Por otro lado, están los detractores de los reductores de velocidad (choferes de carros públicos y guaguas) quienes señalan que estos han empeorado el tráfico en la zona, generando largas filas y retrasos, especialmente en horas pico.
«Entiendo la preocupación por la seguridad, pero esta no es la solución. Los reductores de velocidad solo han trasladado el problema a otro lugar, generando congestión y frustración», comento sin querer dar su nombre un chofer de guagua de las que viajan a San Luis.
Observación
Mientras se hacía el trabajo de campo para este reportaje el equipo de El Nacional pudo comprobar que el cruce de peatones desde la estación del metro Concepción Bona hacia Megacentro era un verdadero caos, en donde los peatones que pasaban era casi atropellados por los vehículos.
Peor situación ocurría en la carretera Mella casi esquina avenida San Vicente de Paul en la parte sin reductores donde una mujer estaba tirada en el asfalto bajo el ardiente sol de la tarde luego de ser chocada por una yipeta.
Conclusión
Al parecer todo indica que los reductores han sido una buena medida aunque quizás también deban experimentarse otras alternativas como la instalación de semáforos inteligentes para vehículos y peatones, la mejora de la señalización o la implementación de campañas de educación vial, y hasta colocarse reductores tipo boya (media bola amarilla).
16 millones
La plaza comercial Megacentro recibe 16 millones de visitantes al año y, aunque no todos son transeúntes, un alto porcentaje tiene que cruzar caminando la carretera Mella y la avenida San Vicente de Paúl para entrar y salir de la plaza.